Nada es perfecto, cuando estoy nerviosa, tengo esta manía. Si, hablo demasiado, a veces no me puedo callar la boca. Es como si necesitara decirle a alguien: “¿alguien me escucha?” y ahí es cuando parece que lo arruino todo. Me olvido de las consecuencias, por un momento pierdo la calma. Y en el calor del momento empiezo a hablar… Las palabras fluyen. Pero nunca fue mi intención herirte. Se que es momento de que aprenda a tratar a las personas que amo aomo quiero que me amen. He aprendido la lección, odio haberte defraudado y me siento muy mal por eso. Supongo que el karma se devuelve, pues soy yo la que ahora hace daño. Y odio haberte hecho creer que la confianza entre nosotros esta rota, así que no digas que no puedes perdonarme, porque nadie es perfecto. Si estuviera en mis manos retroceder el tiempo, juro que nunca habría cruzado esa línea. Debí haberlo dejado entre nosotros pero no, fui a decirle a todo el mundo como me sentía, así que me senté y me di cuenta, con lagrimas cayendo de mis ojos, que debo cambiar si quiero permanecer a tu lado por siempre. ¡Te prometo que lo voy a intentar! No soy santa, pero lo que hice no fue nada bueno pero
juro que nunca te haría eso otra vez.
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